Hace algunos años, después de ciertos sucesos, aciertos y equivocaciones, con el deseo de diferenciarnos de nuestra competencia y con la necesidad de responder a nuestra pregunta más importante…¿Cómo lo hacemos? Surgió nuestra metodología y esquema, nuestra base para lograr todo lo que nos proponemos.
Este sistema nace de una de las miles de lecturas que hemos tenido la oportunidad de estudiar, buscábamos una herramienta a través de la cual podríamos desarrollar nuestras ideas de una forma metodológica y con ella optar por un resultado. De ellas nacen 5 pasos: datos, hechos, información, toma de decisiones y metas, lo que nos parecía maravilloso y completo. Posteriormente, leyendo un artículo en una revista, encontramos algo fundamental, y que nos hacía falta, el conocimiento, que complementa cien por ciento nuestro enfoque organizacional, que nos llevaría a nuestra meta.
La forma más sencilla que encontramos de explicar nuestro método cíclico, es a través de ejemplos o casos de la vida real en las organizaciones, pues aunque muchas veces los procesos parecen muy sencillos y simples, en ocasiones se pasan por alto los conceptos de los cuales vamos a hablar.
Los datos son el insumo inicial de nuestra estrategia; siendo el primer paso dentro de lo que hacemos en la organización, o en el trabajo que ejecutamos. Por ejemplo, para llevarlo a una realidad que vivimos, o un tema diario de las organizaciones, si hablamos de un proceso de facturación necesitamos los datos del cliente para poder generarla. su nombre, su ubicación, su número de teléfono, su correo electrónico, y demás, son componentes claves en la creación del cliente, y de nuestra base de datos. (ejemplo nombre y compra)
El segundo paso son los hechos, y están orientados a lo que sucede con respecto a los datos recolectados. En el proceso de darle sentido a cada uno de estos pasos, nos dimos cuenta que el hecho, puede llegar a ser la acción que realizamos al vincular los registros de los datos que hemos recopilado. Es decir, el hecho es nuestra evidencia en algún tipo de formulario (sea un excel, una hoja de papel, o cualquier otra herramienta) que nos permita registrar y almacenar los datos y parámetros recolectados. (ejemplo: Natalia compro camisas el día 19)
Ya con la evidencia de el hecho, es momento de darle sentido a nuestros datos, y justo ahí es donde nace la información, que no es más que el cruce entre los dos parámetros mencionados anteriormente, llevándolo a la vida real y tomando el ejemplo de lo ya mencionado en este artículo, logramos descubrir que Natalia no sólo compró camisas ese día 19, sino que ha venido comprando todos los 19 de cada mes durante un semestre. Esta información que interpretamos, es la que pondremos a disposición del siguiente paso, el conocimiento.
El conocimiento es el resultado de recibir la información, por eso, muchas veces escuchamos sobre el ojo clínico, y como eso se une en relación con la sapiencia que van teniendo las persona al realizar la repetición de los procesos. Esta metodología desarrolla en nosotros la conciencia de lo que estamos haciendo; si soy consciente de eso que estoy realizando, puedo empezar a tener conocimiento de cuál es el comportamiento en este caso de la venta de un producto, y eso me ayudará a tomar una decisión.
Las decisiones en una empresa son fundamentales, ya que son las que nos guiarán en un periodo a corto, mediano y largo plazo. Podemos decir que estas las tomamos con base en nuestra intuición, pero, pasamos por alto, que muchas veces, la decisión correcta debe estar apalancada en los puntos mencionados anteriormente. Si en el dictamen final no tenemos en cuenta los datos, hechos, la información y el conocimiento, nos podríamos equivocar y no obtener los resultados esperados.
¿A dónde quiero llegar? ¿Cómo lo vamos a lograr? ¿Cómo nos estamos proyectando para cumplirla? Es válido hacernos este tipo de preguntas, para tener claridad de lo que vamos a hacer en el proceso, porque está bien tener la certeza de a dónde es que quiero llegar, pero, cuando nos devolvemos en la estructura, y por ejemplo corroboramos a los datos recopilados, podemos dilucidar si esa meta está bien establecida.
Desde GRL sabemos que el cumplimiento de nuestro proceso, y la suma de cada uno de los pasos: datos, hechos, información, conocimiento, la toma de decisiones, apuntan hacia el objetivo fundamental, que es el logro de las metas.
Escrito por: Ruth Natalia Redondo Urrea - Comunicadora social.